El Hospital Militar cuenta con una amplia experiencia en Implantes Cocleares siendo el primer lugar en Chile donde se realizó esta cirugía por primera vez en los años ochenta. Actualmente contamos con un renovado equipo técnico y humano que continua con la tradición de esta cirugía pionera en nuestro hospital.
En el mes de marzo se llevó a cabo en el Hospital Militar de Santiago el quinto implante coclear realizado en su totalidad por profesionales de esta instalación de salud.
En esta oportunidad, la paciente fue Javiera Venegas Frias, una niña de 11 años, con hipoacusia, la que gracias a este implante podrá llevar una vida normal y beneficiarse de las ventajas que tienen estas intervenciones a corta edad.
Para el éxito de esta cirugía el HMS cuenta con un equipo multidisciplinario conformado por profesionales altamente capacitados. Dicho grupo está integrado por médicos otorrinos, audiólogos, foniatras y una psicóloga, preparados en la atención del paciente sordo que no ha desarrollado el órgano de la audición o está dañado por enfermedad.
Claudia Frias, madre de Javiera recuerda lo que significó el proceso hasta que su hija fue operada: “llevamos muchos años tratando la hipoacusia de Javiera, temíamos que pudiera perder la audición por completo, hasta que el doctor la vio y dijo que era candidata a un implante, lo que fue muy alentador, ya que ella usaba un audífono que ya no era muy efectivo. Nos explicaron que con el implante iba a mejorar su calidad de vida, iba a mejorar su rendimiento en el colegios y podría reinsertarse más fácil”.
El Implante Coclear que le permitirá oír a Javiera está indicado en pacientes con sordera de ambos oídos, del tipo sensorioneural severa o profunda, y que no reciben beneficio con el uso de audífonos, obteniéndose los mejores resultados en los niños sordos implantados antes de los 3 años de edad, y en los adultos sordos con lenguaje previamente adquirido. Los componentes de este dispositivo son el micrófono, el procesador que transforma los sonidos captados en un mensaje, el receptor- estimulador y los electrodos, que insertados en la cóclea del oído interno, transmiten el estímulo eléctrico al nervio auditivo para que el cerebro lo interprete como sonido.
Dentro de un mes, Javiera podrá ver los beneficios de su implante, ya que éste se activará. Tanto ella como su familia esperan con ansias el momento: “Como familia estamos muy felices y emocionados ya que ha sido un camino largo y difícil, esto es una luz que ojalá sea lo que esperamos. Este es el inicio de grandes cosas en la vida de nuestra hija”.